martes, 20 de diciembre de 2011

Based on a true story. (Iberian wolf in Andalusia).

Hace pocos días amanecía festivo en la Sierra de Andújar, una mañana helada de tibio sol calentando la vida en las dehesas y las umbrías. No es un día cualquiera, dos lobos ibéricos se han dado un festín con un muflón cazado anoche a la luz de la luna, y sestean la mañana bajo los quejigos en la entresierra.



Escuchan ruido de motores, vehículos que van de aquí para allá por las pistas del monte, no les inquieta demasiado, están acostumbrados a escucharlos y verlos de continuo, tan solo merecen levantar la cabeza y las orejas un instante, y volver a dormitar, se saben seguros en la espesura.


Sesenta puestos tiene la montería, rodeando una mancha de seiscientas hectáreas, 60 puestos y 60 rifles cargados, 600 hectáreas y 82 venados dentro, y 14 jabalies, y dos lobos que vuelven a levantar la cabeza, inquietos al escuchar camiones cargados de perros ladrando.


Ya es tarde, están dentro, los rifles rodean todo el monte en el que se encuentran, queda aguantar, queda intentar escabullirse, se ponen en pie cogiendo vientos, necesitan información, escuchan voces y perros, ha comenzado la montería y ya solo será suerte! No hay más, suerte!


No saben que son una especie protegida en Andalucía, algunos cazadores tampoco, y menos los que vienen de otras comunidades o países donde sí se pueden cazar lobos. No hay ninguna vigilancia de Agentes de Medio Ambiente, no hay Guardia Civil, ni siquiera Policía Autonómica, en otras monterías no sé si hay vigilancia, pero en ésta no la hay ¿(casualidad o rutina)? pero no la hay, por tanto, solo queda la suerte para salir vivos de esta mañana de invierno y de esta umbría. Porque hay que salir para escapar de los perros, hay que entrar a los puestos de los cazadores, sesenta puestos y sesenta rifles esperan bichos en los cortaderos.


Solo esperar que al cazador o cazadores por donde escapemos no les dé por disparar, sabiendo además que nadie los ve, y que somos un trofeo codiciado, vamos a necesitar suerte hoy para salir de aquí –se dijo un lobo a otro.

A ver...que yo no lo he visto, pero me lo ha contado uno que lo ha visto.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me has sumergido de lleno kili, me he sentido un bicho mas de la sierra, escondida, paralizada por el miedo a que esa escopeta haga blanco en mi. Me ha encantado

Anónimo dijo...

Un escrito estupendo pero crudamente real!!! Es la pura realidad que nos encontramos un día cualquiera de montería en la sierra, porque me consta que ni SEPRONA, ni AGENTES DE M.A., ni ningún tipo de policía controla estos eventos.
Reivindico desde aquí más vigilancia y por supuesto más conciencia de conservación, porque CAZA Y CONSERVACIóN son totalmente compatibles.
!!! hagamos ya algo de una vez para proteger realmente al lobo ibérico!!!!

Anónimo dijo...

Recuerdo una conversacion mantenida con personas muy cercanas a la junta de andalucia en la que reconocian que no existen datos reales en lo que se refiere al numero que existe, ni tan siquiera si existen, pero que para cubrir expediente, tienen que seguir haciendo informes de su existencia. Lamento no dar ni mi nombre ni el de esos impresentables, pero si le agradezco que denuncie este tema.

Anónimo dijo...

Yo siempre he escuchado, que el lobo, es dificil sorprenderlo en el cerco del monte en una montería, por sus cualidades y dotes naturales, sabe ponerse a salvo y elude el cerco, antes de que este se cierre. Pero claro, no es infalible y siempre se corre el peligro de que pueda caer alguno. A mediados de los ochenta, mi buen amigo Federico, cazador y con buenos contactos en fincas de Sierra Morena, (yo por aquel entonces, estudiaba Ingeniería Técnica Industrial en Jaén), me comentó, que asistiendo él, como invitado en una montería en la finca El Centimillo, en plena Sierra Morena, se abatió, un ejemplar de lobo ibérico, ya viejo y medio desdentado, que seguramente, no tuvo los recursos y la fuerza necesaria para eludir el peligro. Es decir, que es un peligro real y no está el lobo en Sierra Morena, para perder ni un solo ejemplar. En el foro del grupo lobo ibérico de yahoo, se comenta estos dias, cierto estudio, sobre la pureza genética del lobo en la Península Ibérica, diciendo poco mas o menos que estamos un poco en el límite sobre los ejemplares que se suponen pueblan nuestro suelo patrio. Pues bien, si consideramos Sierra Morena, como población muy vulnerable y aislada, de las del resto del país, la variabilidad genética, estará por los suelos. Es pura lógica, si consideramos cualquier pueblecillo de nuestra Andalucía con unos 125 habitantes por suponer, pues si se casan solo entre ellos, generación tras generación, sin que venga gente de fuera que renueve la sangre, al final y tiempo al tiempo, terminan casandose casi entre primos-hermanos con la consiguiente degeneración genética y problemas que ello supone. Si la Junta de Andalucía, quiere de verdad salvar al lobo, tendría que hacerse cargo de esos ejemplares que dicen "le sobran" en Castilla-León por problemáticos con el ganado y reforzar nuestra población, antes de que sus infalibles "patrullas lobo" los maten, como hacen de cuando en cuando por Salamanca o Avila, por poner un ejemplo. Un saludo Aquilino