SIERRA DE ANDUJAR III. Vegetación.

La vegetación de la Sierra de Andújar se caracteriza por la presencia de especies adaptadas a unas condiciones ambientales duras que corresponden a largos periodos de sequía y falta de humedad. Encontraremos pues, formaciones esclerófilas como los Encinares, Alcornocales y Quejigares. Los encinares representan la vegetación clímax de toda la comarca, incluso junto al Alcornocal se puede decir que de toda Sierra Morena. La Encina es la especie dominante en toda la Sierra de Andújar, no se encuentra en grandes densidades, la tala y la quema en épocas pasadas alteró la estructura del encinar, que se vio convertido en grandes dehesas para el aprovechamiento ganadero. Con el paso del tiempo muchas dehesas se abandonan y el suelo comienza a ser cubierto por el matorral, principalmente y en muchas zonas únicamente por Cistáceas; solo una especie, la Jara Pringosa ocupa buena parte de todo el territorio. En laderas húmedas y bien conservadas, el Encinar aparece mezclado con muchas otras especies arbóreas como Alcornoques, Quejigos, Acebuches, Enebros y Labiérnagos. El Alcornocal ocupa menos extensión que la Encina, y son dos especies que aparecen muy asociadas, formando bosques mixtos, sobre todo en la franja Norte de la sierra y en algunos puntos del Este y el Sur. Los Alcornocales son formaciones vegetales de un gran valor productivo, pues además del corcho, la bellota y el pasto son aprovechados por los herbívoros silvestres o domésticos. En pequeñas áreas del centro, en el entorno del río Sardinilla, encontramos algunos Quejigares, incluso formando pequeñas dehesas. En esta misma zona son frecuentes los Piruétanos, y en las laderas orientadas al Norte con cierto grado de humedad, aparecen salpicados algunos Arces que visten de rojo el otoño de esta zona. Por otro lado, en el Norte, en Sierra Quintana, en laderas frescas y a gran altitud, encontramos una especie singular, el Roble Melojo, que aparece de forma aislada o formando pequeños bosques. Las especies arbustivas o de matorral que cubren el suelo de la Sierra de Andújar son principalmente las Jaras y Jagüarzos, mezclados dependiendo de las zonas con Brezo, Lentisco, Madroños o Romeros y otras aromáticas. Procedentes de antiguas repoblaciones y ocupando una importante extensión salpicada por toda la sierra, encontramos los pinares, formados por árboles de dos especies, el Pino Piñonero y el Pino Negral, que se sitúan sobre todo en las fincas de la Administración o consorciadas con la misma. La última formación vegetal que se puede individualizar son los bosques de ribera y toda flora de los márgenes fluviales, constituida por Fresnos, Alisos y Sauces, así como algunos arbustos como Adelfas y Tamujos.